lunes, 6 de julio de 2009

Un aficionado a san jerónimo


Cuando se le da la oportunidad de manifestar alguna opinión o reflexión respecto a su vida lo primero que de su boca emana son las palabras calamidad y trabajo, “he pasado tanta calamidad que a los 10 años ya estaba recogiendo algodón y papa. También fui repartidor de pan dos años, ganaba 15 pesetas y 5 bollos desde las seis de la mañana hasta la una o las dos. Sin sindicato y sin nada”.

Es uno de los personajes más conocidos del barrio, Manuel Martínez Pérez, conocido popularmente como el Lolo, nació en la calle Burgos, número 11, junto al patio de Genaro y el cuartelillo viejo. Allí convivían doce vecinos entre los que recuerda a Abelarda la prima de Luís del Sol, a los Genaro, Pepa Sastre, Antonia Gamero, Fernando y Rufina.

Trabajó en la FASA Renault desde el año 1970, compartiendo empresa con tres de sus cuatro hermanos. Antes fue aprendiz de frigorista en los Remedios y en los talleres Iglesias en la Macarena durante un año y medio.

La gran afición por el fútbol le llevó a practicar este deporte hasta el año 1977 cuando contaba con 31 años. Jugó en el San Jerónimo y en el Esperanza Macarena. Su testimonio sirve para poner en pie el nombre de otros equipos existentes en aquella época como el San Antonio, el Santo Rape o la Alegría.

Como anécdota señala que su pasión por el deporte rey llegó a ser tal que el día de su boda acudieron los niños vestidos de futbolistas.

Se reconoce como todo “un ligón” cuando aún gozaba de la soltería y recuerda con júbilo la forma de divertimento de la que más solía disfrutar, los bailes privados organizados por los amigos.

Un testimonio cercano al barrio, que hoy cuenta el lado más afable de su entorno, resucitando la deportividad y la alegría con la que siempre han convivido los vecinos de este barrio.

Manuel Martínez Pérez “Lolo”

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