lunes, 6 de julio de 2009

Reivindicando San Jerónimo

Vivió en la calle don Fadrique hasta los trece años, cuando su casa fue declarada en estado ruinoso se marchó a vivir a San Jerónimo. En una excursión a Aracena conoció a su esposa y, desde entonces, vive en el barrio.

Tras vivir poco tiempo en el refugio de Lucas de Tena, su familia y él se fueron a vivir a la calle Mejillón. En aquel piso vivían sus cuatro hermanas, sus padres y su abuela. Para él el cambio de barrio fue muy brusco porque el ambiente era completamente diferente. Las calles estaban sin alumbrar, no había alcantarillado ni acera. Cuando llovía el barrio se convertía en un barrizal.

En esos primeros años de juventud conoció a su mujer. La hija del dueño del Sótano H era su compañera en el autobús que lo llevaba a visitar Aracena.

Mucho ha cambiado el barrio desde que el “Lipasam” era un hombre con un burro que iba recogiendo la basura hasta la actualidad. En parte se debe a la labor que ha realizado Juan José.

Entra a trabajar en la Fasa en 1970, allí entró en contacto con el movimiento sindical y laboral aunque ha preferido moverse en el ámbito del movimiento vecinal, a él se ha dedicado durante treinta y dos años y le ha permitido la defensa del ciudadano de pie.

En 1971 funda la Asociación de Cabezas de Familia con sede social en la Papachina. Su cargo era el de secretario. Organizaban actividades culturales como tapadera de acciones ilegales por su carácter reivindicativo-social-político. La brigada político social estaba sobre la pista pues enviaban a un policía a observar los actos.

Cuatro años después, en 1975, se crea la Asociación de vecinos El Empalme que sería legalizada el 15 de junio de 1977, el mismo día que se celebraban las primeras elecciones democráticas.

Desde esta asociación hizo posible la consecución de mejoras para el barrio. En su incansable lucha consiguió que los autobuses del barrio pasaran a manos municipales. Nunca olvidará el día que el primer autobús público entró por las calles de San Jerónimo, era el 21 de enero de 1981. El mejor de los datos de esta difícil operación es el hecho de que todos los trabajadores de Gilbert entraron a formar parte de la plantilla del Ayuntamiento.

Tres muertos y el plante de los vecinos costó que se regulará con semáforos el tráfico del barrio. La sensibilización de los vecinos posibilitó que la asociación de vecinos luchase por la señalización de San Jerónimo. La situación tampoco era buena en lo referente a los colegios y el espíritu inquieto de Juan José permitió que se construyeran dos nuevos colegios: el Colegio Público Luís Cernuda y el Colegio Público García Lorca.

Muchos otros temas fueron tratados y, lo más importante, conseguidos minoriza la contaminación de las industrias, la defensa del río Guadalquivir, la falta de parques y zonas deportivas y un largo etcétera que habla de la movilización de un barrio entero.

Algo ha cambiado en los últimos años, Juan José no conoce la causa exacta “quizás se deba al papel más significativo del Ayuntamiento, a una juventud más pasiva o a que quienes llevamos la batuta en aquella ocasión ya estamos mayores”. Sea como fuere el barrio de San Jerónimo debe mucho a este vecino nacido en la Macarena.

Juan José Conde Olmos

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