lunes, 6 de julio de 2009

Casados el día de San Valentín

Francisco nació en 1937 de la Puerta Osario y Dolores de Algodonales (Cádiz), cuando ellos deciden un día unir sus vidas; en el Bar Viñasol situado en la calle Gerona, por aquel entonces su lugar de trabajo, un compañero le comenta que están dando solicitudes de viviendas construidas por el Real Patronato de Casas Baratas y que un numero determinado de viviendas irían destinadas para nuevos matrimonios “fui a la calle Alfonso XII y recogí la solicitud”.

Tuvo que ir varias veces a unas entrevistas para poder inscribirse, entre las preguntas fueron las de a los veinticinco años es demasiado joven para casarse, aunque por aquel entonces Francisco solo ganaba 1.500 Ptas. al mes.

Su ilusión de conseguir una vivienda para el y su Dolores se vio recompensada cuando en el Teatro Lope de Vega en noviembre de 1962 cantaron el numero 1205 que fue el que recibieron al inscribirse.

Cuando fue a notificarle a Dolores su suerte, no sin antes haber pasado por unos cuantos bares, no quería creerlo “me dijo, tu estas borracho, sí pero es verdad nos ha tocado”.

Una vez adjudicado el piso en San Jerónimo, en la calle Esturión numero 3, formalizando el contrato con una entrada de 11.500.- Ptas. y durante 30 años, pagaban al principio, 195.- Ptas. al mes.

A Dolores le costó adaptarse al barrio ya que las calles estaban sin asfaltar, los pisos no estaban del todo terminados “la vivienda estuvo ocupada antes de dárnosla y estaba en mal estado, el suelo era de cemento con las paredes sin terminar”.

Francisco ya conocía el barrio ya que por su profesión de camarero trabajó con Rufo entre 1956 y 1957, hoy Bar Maraver, “recuerdo que Pepe Maraver cogió el traspaso algo más tarde”.

En el trasco­ro de la Cate­dral, se celebró la boda de 26 parejas de enamorados, en ac­to organizado por la Aso­ciación de San Valentín. El acto fue oficiado por el cardenal-arzobispo de Sevilla, Bueno Monreal. Estaba repleto de gentío, no solo de familiares, también acudieron personas de todas las clases sociales, por simple curiosidad, ya que tan semejante evento no se ha repetido nunca en la ciudad de Sevilla.

Los organizadores de la Aso­ciación de San Valentín asistieron a tan semejante cita, presidido por el conde Halcón, ya casi centenario, llegando a durar la ceremonia algo más de dos horas y me­dia. El público abarrotaba la Plaza Virgen de los Reyes. Varios coches trasladaron a los novios al Círculo de Labradores, donde se celebraría un banquete.

Una agencia de viajes obsequió a los contrayentes un viaje a Cádiz para que presenciaran el carnaval, y fotógrafo Hareton, al día siguiente, les hizo, la foto de boda gratis, “nosotros no quisimos vestirnos de nuevo de novio y nos la hicieron sin los trajes”.

Fue un espectáculo desde la Ca­tedral hasta la Campana, en la calle Sierpes el recorrido fue a pie hasta el Circulo de Labradores, el gentío se agolpaba a un lado y a otro de la calle para ver a las parejas de no­vios y padrinos.

La pareja tuvo cuatro hijos, dos niños y dos niñas, al vivir cerca de la Iglesia Vieja recuerdan muchas actividades religiosas y el recorrido de la procesión del Santo Patrón San Jerónimo “tenía un recorrido desde la Iglesia a Calle Cataluña, Navarra, Extremadura, Salmón y de regreso”.

Francisco y Dolores se divertían en el Baile de Marín “el Alcalde del barrio”, el Sótano H, el cine “recuerdo que empezada a las tres y llevábamos a los niños”.

Francisco Cruces Niebla – Dolores Luna Morencio

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