JERONIMO (Eusebius Hieronimus Sofronius), el Padre de la I
glesia que más estudió las Sagradas Escrituras, nació hacia el 342 de nuestra era, en Stridon (Italia) cerca de la ciudad de Aquilea. Tuvo una gran formación en las escuelas romanas y dominaba perfectamente el latín y el griego. Jerónimo terminó sus años de estudio, recibiendo el bautismo a los dieciocho años.
Después de Roma, donde vivió tres años viajó a Tréveris y allí fue donde floreció su espíritu religioso Se trasladó a Antioquía en el año 374 de donde se retiró al desierto de Calquis (Siria), donde pasó cuatro años. Estudió hebreo, "...cuanto trabajo me costó aprenderlo y cuantas dificultades tuve que vencer" -nos dice- "ahora doy las gracias al Señor que me permite recoger los frutos de la semilla que sembré durante aquellos amargos estudios".
Fue ordenado sacerdote por el Papa San Dámaso con la prerrogativa de poder continuar su vida monacal y se trasladó a Constantinopla a fin de estudiar las Sagradas escrituras. Nada le dio tanta fama como sus estudios sobre las Escrituras. Por eso la Iglesia le tiene por el mayor de sus grandes doctores. Clemente VII afirmó que tuvo asistencia divina para traducir la Biblia. En el año de 404, San Jerónimo vería morir a su amiga Santa Paula, poco después murió Santa Eustoquio y, San Jerónimo la siguió a la tumba, el 30 de septiembre del año 420. Fue sepultado en la iglesia de la Natividad, cerca de la tumba de Paula y Eustoquio, sus restos fueron trasladados al sitio donde reposan hasta ahora, en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Con bastante frecuencia los artistas representan a San Jerónimo con los ropajes de un cardenal, debido a los servicios que prestó al Papa San Dámaso, a veces lo pintan junto a un león, porque se dice que domesticó a una de esas fieras a la que sacó una espina que se había clavado en la pata, pero el león podría ser el emblema ideal de aquel noble, indomable y valiente defensor de la fe.
Manuel C. Viñuelas

Después de Roma, donde vivió tres años viajó a Tréveris y allí fue donde floreció su espíritu religioso Se trasladó a Antioquía en el año 374 de donde se retiró al desierto de Calquis (Siria), donde pasó cuatro años. Estudió hebreo, "...cuanto trabajo me costó aprenderlo y cuantas dificultades tuve que vencer" -nos dice- "ahora doy las gracias al Señor que me permite recoger los frutos de la semilla que sembré durante aquellos amargos estudios".
Fue ordenado sacerdote por el Papa San Dámaso con la prerrogativa de poder continuar su vida monacal y se trasladó a Constantinopla a fin de estudiar las Sagradas escrituras. Nada le dio tanta fama como sus estudios sobre las Escrituras. Por eso la Iglesia le tiene por el mayor de sus grandes doctores. Clemente VII afirmó que tuvo asistencia divina para traducir la Biblia. En el año de 404, San Jerónimo vería morir a su amiga Santa Paula, poco después murió Santa Eustoquio y, San Jerónimo la siguió a la tumba, el 30 de septiembre del año 420. Fue sepultado en la iglesia de la Natividad, cerca de la tumba de Paula y Eustoquio, sus restos fueron trasladados al sitio donde reposan hasta ahora, en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Con bastante frecuencia los artistas representan a San Jerónimo con los ropajes de un cardenal, debido a los servicios que prestó al Papa San Dámaso, a veces lo pintan junto a un león, porque se dice que domesticó a una de esas fieras a la que sacó una espina que se había clavado en la pata, pero el león podría ser el emblema ideal de aquel noble, indomable y valiente defensor de la fe.
Manuel C. Viñuelas
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