
Nació el 5 de enero de 1928 en la casa de vecinos situada en la calle Marruecos. Allí vivían otras cinco familias. A la derecha de la puerta principal de entrada vivía “el papa”, de apellido Fernández, que vino de Granada para trabajar las tierras. A la izquierda vivía Isabel, a continuación la familia García Muñoz y en el patio Antonio Caballero. Arriba habitaba Anastasia, hermana que fue de Luís del Sol. Cuando Luís, hermano de Miguel, se casó le hicieron una vivienda en la azotea y allí se instaló para formar su nueva familia.
En aquella calle de tierra eran usuales los patios de vecinos, también muchos recordarán el patio de Rafaela, que fue casera del lugar hasta el alzamiento del movimiento nacionalista. En la esquina de Marruecos con la calle Cataluña, se situaba el patio Mariano donde vivía Rafael “el negro”, muy cerca de la RENFE. En 1945 se llevaron el cuartel de la Guardia Civil y construyeron un nuevo edificio que recibió el nombre de casa Genaro. Entrados los 50 se construyó la casa de Paco Raya.
No todos tuvieron la suerte de disfrutar de este tipo de viviendas, si bien es verdad que algunas eran de lujo pues contaban con comedor, dormitorios, cocina y patio; algunos de los vecinos tuvieron que construirse una choza en la tapia del cebadero, donde ahora está la autopista. En esa tesitura se vio el matrimonio formado por Isabel y Santana, padres de Estrellita que llegó a ser una conocida actriz.
Una vez superada la autarquía impuesta por el régimen franquista la industrialización llegó al barrio. Miguel trabajó, a partir de 1953, en la Fábrica de Colores. Junto a él había ocho empleados más que se encargaban de los dos molinos que molían las piedras procedentes de Guadix. Pronto le hicieron encargado, se casó y su fue a vivir allí. Nada tenía que ver con el corral de vecinos pues contaba con cuarto de aseo propio con agua corriente y ducha, salita, dormitorio, cocina y comedor. Donde actualmente se ubica la gasolinera, había una fábrica de velas y jabón.
En la entrada de la actual Fasa Renault se encontraba la fábrica de losetas Sanitas. En el “campo de los soldaos”, nombre que recibió tras acoger un polvorín de los alemanes pertenecientes a la Legión Cóndor, se construyó una refinería de Campsa que nuestro protagonista nunca vio funcionar.
La fábrica de Colores, que suministraba material a las fábricas de pintura y a las ópticas, cerró en 1971. Miguel entra a trabajar en la Renault.
Miguel García, memoria viva del panorama industrial del San Jerónimo posterior a la Guerra Civil, no vive ya en el barrio. Volverá para ver la exposición y seguramente, bajo las casas de nueva construcción, sitúe los recuerdos de su infancia, adolescencia y madurez.
Miguel García Muñoz
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